viernes, 9 de mayo de 2008

Con o Sin alianzas el dolor es el mismo

El signo de unión de identificación de pareja son las alianzas, nosotros nunca tuvimos esos signos; si acaso hay algo de mi en ti que te identifique, no lo sé, me bastaba tu palabra.
Quizás bastaba tu palabra y yo confiaba. Mas tu palabra carece de sentido cuando mentiste, cuando las mentiras trajeron más mentiras, ya no hay signos que nos salven.
La falta de ganas que me provoca ir la cama nunca la había sentido al menos no por ti, al menos no cuando pensaba en ti. El dolor me mató las ganas, supongo que el dolor también mató las tuyas.
Ya no hay amor para soportar el dolor, me inoculé de las mentiras, ya no hay belleza posible que yo pueda perseguir contigo, ni en ti, ni en tu mirada.
Aunque es el desierto más irradiado del mundo, amanece para mi colmado de neblina cada mañana con un sin sabor, o con el sabor del desierto que genera ansias de agua, de pureza, de ritualidad sagrada que ya no es posible tras el suelo profanado.
Tu palabra se escondió tras las faldas indecentes de una boca loca, que gritó a los cuatro vientos, que tu estabas seguro y feliz en sus brazos; mientras llegabas a dormir cansado cada noche entre mis brazos.
En tu palabra estaba escondido todo el secreto de tu seducción, hoy eso carece de valor. Al perder el valor de tu palabra, ya no, quiero oír tu voz, ya no importa que tus labios me quieran hablar, porque no quiero oír.
Usaste palabras para mentir, omitir y esconder las horas que le faltan a mi vida, y estoy en el dilema de fingir que creo y seguir o parar. Una palabra tuya bastará para sanarme...
¿Será que la quieres pronunciar?... Quizás si algún día tus labios quieren volver a hablar, mis oídos se dejen seducir y mis pensamientos te vuelvan a creer.Si tan sólo llenarás este espacio en blanco, para que yo leyera alguna verdad...entonces quizás... podría seguir caminando en este desierto, sin agua...sin ti, contigo a mi lado y sin ganas...no quiero seguir...y ¿tú?.. Si al menos estuvieras cerca para estrechar tu mano, sálvame...estoy aquí sin ti... sin señales, sin signos, sin alianzas.

jueves, 8 de mayo de 2008

Tus labios mintieron y omitieron

Tus labios engendraron un brote de violencia en mi vida, cuando decidieron omitir mi existencia, cuando ocultaron la identidad de otra en las líneas de una libreta; cuando decidiste hacer de la “nada” una historia de misterio.

Este misterio no tiene manchas de sangre derramada; sólo tiene sangre hirviendo en el hedor de las mentiras que brotan una tras otra en cada capítulo, que comienza y termina detrás de cada puerta virtual que me atrevo a cruzar. Desde entonces el misterio acabó cuando decidí no querer seguir cruzando los umbrales de lo virtual, y atreverme a ver con mis ojos lo que tus palabras no quieren contar...

Tan desagradables son las sorpresas que depara el destino, tus palabras, tus silencios, no son nada comparada con la fuerza de los actos que desertaron a las líneas de la confianza, por huir en busca de ese encuentro... por cierto, no es casual, al menos no cuando decididamente se camina en dirección de lo que se quiere... cuando ibas hacia allá en esa dirección pensaste en lo mucho que me querías...

Esos otros misterios son los que hoy día me nublan los sentidos...

¿Para qué piensas en mí?

¿Era yo la equivocada?

¿Desde cuándo?

¿Porqué a mí?

¿Necesitas castigarme por algo?

¿Porqué las mentiras?

¿Por qué no tomas el teléfono y rompes con ella?

¿Por qué no se alza el hombre honesto y me defiende?

¿Por qué me haces sentir que valgo tan poquito por ti?

¿Cuánto pierdes cuándo la abandonas?

¿Cuánto ganas, cuándo la tienes?

¿Por qué debo pensar que ella no es nada, para ti?

¿Dónde y cuándo comenzaron las mentiras?

¿Por qué debo creerte ahora?

Ninguna de estas dudas disipa mi amor por ti. Amar en la duda y más allá de la duda es una nueva forma de amar que he descubierto contigo. Sólo que no tuve opción, así como en muchos otros aspectos de mi vida, yo no pude elegir.

Como en todo misterio alguien debe morir, y yo tengo muchas ganas de ser el muerto en esta historia; espero no le coloques tinta de otro color que no sea rojo furioso, violento, de herida fatal.

Espero que sepas que no moriré por accidente sino porque me dejé morir; porque la suma de errores que se sumaron tras la suma de dudas, me llevan a una fatalidad inevitable; porque no veo a nadie que quiera rescatarme así que en plan heroína en esta historia no voy.

Finalmente, el misterio quedó dilucidado, el príncipe fue tras la bruja y se dejó seducir, y a la vez el también sedujo a la bruja y a su hijo; porque era parecido al hijo que había perdido. Entonces, se dio cuenta que la princesa yerma ya no le servía para calmar sus dolores del alma y era una carga que lo atormentaba. Entonces, le dijo a la princesa que estaba enfermo y que lo esperaba. Mientras la bruja encontró la formula y envenenó ala princesa. La princesa está llorando de dolor y el príncipe no quiere hablar con ella; porque el veneno se activa frente a las dudas. Es decir, si la princesa deja de creer en lo que el príncipe le dice ella morirá. Entonces el príncipe trata de sobrevivir entre la ausencia y tentación de la bruja; y su fea vida con la princesa.

Mientras, la princesa ha tratado de prepara pócimas los sábados para contrarrestar el veneno que le dio la bruja; pero no surten efecto porque el príncipe cumple obligaciones de estado con los súbditos, que le impiden comer las pócimas. Y aunque ingiriera las pócimas y menús que la princesa ha preparado; no hay nada que garanticé que se aleje de la bruja. Que no ha dejado de rondar en su vida.

La princesa ha dejado un testamento, se ha sentido débil y ya sin ánimos de luchar; quiere que su muerte no quede impune como han sucedido tantas otras en estas tierras de lo inimaginable; quiere que a su muerte se anuncie que la culpable tiene nombre y apellido...

Ardhon del thina i, ojalá sea para mejor y que reine el amor...

viernes, 11 de abril de 2008

Sueños

Sueños...

Sabía que estaba soñando,

Sabía que era contigo,

Sólo tú no te dabas cuenta

Sólo tú seguiste mintiendo

Para y por favor para

Despierto y sigo despierta

Para no seguir soñando

Para que no sigas mintiendo

Pensar en el otro

Pensar en el otro y ponerse en el lugar de otro no es fácil. Detenerse a pensar y que va a pasar con los otros no es la habitual en la mayoría. Yo no tengo nada de especial por eso soy como cualquier otro a la hora de reaccionar. No pensé en los demás, es que ellos tampoco pensaron en mí de hecho creo que ni siquiera sabían que yo existía.

Cualquier cosa especial que tuve siento que la perdí de manera abrupta, sin previo aviso. Por eso estoy triste, estoy desencantada, las mentiras no me gustan en ninguna de sus dimensiones, ni las chicas, ni las grandes, ni las necesarias.

Una cosa es cuando accionó cosas en favor de la gente y otra muy distinta me ocurre cuando las circunstancias me obligan a reaccionar, sólo que nadie pensó cómo y cuándo iba a hacerlo. No sé si es suficiente argumentar que actué en defensa propia.

Pero, no es necesario mentir, no lo era entonces, ni tampoco será necesario en el futuro, cada quien tiene libertad de acción para curar sus propias heridas de la mejor manera posible.

¿Tienes o crees que hay alguna salida posible? Yo creo que no la hay, al menos nada es posible cuando es necesario mentir.

Pero, por sí solo no se responde, la parte más difícil de todas las historias es el ¿Porqué?. El porqué pasan las cosas, el porqué estas mintiendo, el porqué terminé sufriendo. En la vida la pregunta que menos nos gusta oír es ¿porqué?. Será porque nos obliga a pensar. Será porque si lo hubiese pensado las cosas no habrían pasado.

Aunque solidarices conmigo es poco creíble tu argumento, porque a una mentira la siguió otra. Tu solidaridad entonces no sirve de mucho.

Además nadie tiene la capacidad de sentir el dolor del otro, sólo nos resta solidarizar, pero sin mentir. Pensando en el otro poniéndose en el lugar del otro

Tanta locura

Por no haber hablado a tiempo, por no haber dicho lo que sentía. Hoy nado entre los límites del lago profundo de indiferencia, entre la amargura y la locura.

La amarga y constante decepción de no encontrar nobleza, justicia y dedicación.

La locura desatada sin límites de no entender porque todo va en contrario del propósito de la vida.

Parece que no fuera natural el derecho a la reacción, que para eso, sólo existe el silencio, puede entonces la ley del caos poder ordenar todo en nuestras vidas.

No se pude guardar silencio frente a lo que se siente muchos menos si se acumula violencia. Vale entonces enseñar y aprender a patear la puerta, a golpear la almohada, y tirar los libros a la muralla. Hasta entonces no hablar con nadie, ni de violencia, ni de lo que se siente.

Si esos límites no son suficientes, vale gritar a la orilla del mar, trato de parar y tirar lo malo que siento, no sigo avanzando en ese propósito, si ese propósito es distinto de la vida, si es contra la naturaleza de ser.

Hay muchas más cosas para amar en la vida, así como la vida misma. Sigo nadando hacia acá a esta orilla, donde no siempre se puede estar a pleno sol, a veces se infiltran, a veces me empañan el día, pero nunca he naufragado en ese lago, ni he sido arrastrada a esa otra orilla desde la que salí.

Que bueno que vengo desde la otra orilla, a veces lo recuerdo, a veces es necesario recordar para apreciar lo que soy

miércoles, 9 de abril de 2008

Las horas perdidas

Valoro tanto el tiempo que estoy contigo en calma, en silencio, en ese instante que ambos somos frágiles, cuando nuestra esencia no se trastoca por nada, cuando el silencio sobra, en ese instante es que ruego por tener más tiempo para ti y para estar contigo.

En ese instante cualquier tiempo que comparto contigo es poco.

En ese instante cualquier tiempo que compartes con otros, es mucho.

En ese instante cualquier tiempo que comparto contigo es esencial.

En ese instante cualquier tiempo que compartes con otros, es banal.


Es tan importante mi tiempo, que no estoy contigo el tiempo que resta del día, estoy todo el tiempo pensando en ti.

Es tan importante tu tiempo, que no me gusta estar contigo si no es necesario.

Es tan importante mi tiempo, que estoy contigo el tiempo que necesites.

Es tan importante tu tiempo y mi tiempo, que hicimos nuestro tiempo, para amarnos.


Es tan importante el tiempo en que te amo, que no es a veces, es siempre

Es tan importante el tiempo en que me amas, que parece no existir.

Es tan importante el tiempo en que te amo, que no es fugaz

Es tan importante el tiempo en que me amas, que es permanente.

Aunque no mido el amor en tiempo, puedo definir que el tiempo en que nos amamos es muy poquito comparado con el tiempo que quisiéramos tener para amarnos।

No me queda tiempo para buscar a otros, y ¿A ti te queda tiempo?. Porque, yo tengo unas horas perdidas.

Soy más fuerte de lo que pensaba

Volver a los diecisiete... (no me gustaría volver) más allá de lo hermoso que pude sonar ese verso, y aunque hubo cosas hermosas, la vida me ha mostrado más y mejores oportunidades conforme pasan los años. Como el vino mientras más años mejor.

En el norte el cielo es más azul, no exento de nubes, a veces, también cae el agua, es una lluvia suave y tibia, que ningún techo resiste, ese suave liquido que gota a gota limpia el alma, nos renueva.

Renovarse no es olvidar y empezar de nuevo, es simplemente ponerle las mismas o a veces más ganas, con la experiencia de los porrazos anteriores, por eso somos más fuertes cada vez que nos levantamos y volvemos a empezar.

Volver a empezar, no es cambiarse e intentarlo de nuevo, es levantarse y continuar con lo que se tiene y con quienes estamos, ya no desde el principio, sino desde el punto donde nos equivocamos, evitando caernos.

Evitar caer no significa ninguna garantía de que no volveremos a equivocarnos.

Equivocarse es un derecho humano, y resarcirse un deber después de la batalla.

La batalla es la pugna interna que se desata entre lo que consideramos bueno y malo, no existen dos escalas iguales, para medir la intensidad de lo que sentimos.

Siento la soberna gana de dar una batalla aunque parezca injusto aunque el motivo allá elegido ser el premio de otra persona, aunque parezca que no tenga nada que decir, tus actos no gozaran de impunidad.

La impunidad no te la mereces, y no te daré en el gusto porque no pagaré con la misma moneda, no aplicaré la ley del talión. Todos los que me conocen saben de tu existencia.

Pusiste en mis manos la peor arma que un ser humano puede tener, (la palabra). Pero además pusiste en mi vida un motivo, y pusiste un culpable; porque te declaraste “inocente, seducido y güeon”, según tus propias palabras. E hiciste lo que precisamente uno no hace cuando quiere, cuando ama a una persona.

Uno no niega a los que ama. Aunque Pedro haya negado a Jesús tres veces, y Jesús lo perdonó. Tú no eres Pedro yo no soy Jesús, aquí no hay perdón. No soy evangélica y tengo dudas razonables sobre el cristianismo. La misma duda razonable que me asiste de si cumpliste o no, tu promesa de no volver a ver a esa señora evangélica de corazón abierto